5/3/16

La princesa muerta. Capítulo 2



Un día en que el cielo se hallaba cargado de nubes, el rey se dirigió al barranco, a la orilla que daba con el mar, y como cada mañana lo contempló. Cuando decidió que ya era hora de marcharse, divisó a una persona encapuchada con el rostro hacia el altar. No podía ver las facciones de su cara, pero sabía que era una persona joven por sus desnudas manos, de piel limpia y fresca ausente de manchas y arrugas.

— ¿Eres de por aquí? — preguntó el rey.

— No, voy de paso. Y advertí desde la lejanía este altar tan colorido. Jamás había visto nada igual. Me llamó la atención y quise verlo antes de partir de nuevo hacia mi patria.

El rey no dio mayor importancia a aquella mujer, ya que decenas de forasteros habían acudido allí a ver tal majestuoso altar dedicado a su difunta hija.


Años después, un mensajero llegó, con una noticia que helaba la sangre. Entonces, dispuso su equipaje en sólo unos minutos y, junto a unos guardaespaldas, puso rumbo a tierras lejanas.



¿No has leído el primer capítulo? Léelo aquí.

No copies. Todos los textos de mi blog están registrados en SafeCreative.

No hay comentarios:

Publicar un comentario